XLIV
Primera seducción
Acuérdate cuánto costó un beso
Cuánto tu mano en mi entrepierna
Cuánto pronunciar el amor claro
Corrí muchos riesgos y me fui acostumbrando lentamente
Sigo siendo ese animal arisco
Ese animal que necesita ser acariciado
Que le hablen bajito en la cocina
Recorriendo la ternura en la superficie de mi rostro
Y hagas cartas con mis ojos
y entiendas este mundo lleno de detalles
de tareas a las cinco, del hijo adolescente
Comparte una fracción la agridulce rutina
Acuérdate de preguntar por mí
Y de escucharme
Para que seas sabio y aprendiz
Sedúceme
siendo nosotros
Primera seducción
Acuérdate cuánto costó un beso
Cuánto tu mano en mi entrepierna
Cuánto pronunciar el amor claro
Corrí muchos riesgos y me fui acostumbrando lentamente
Sigo siendo ese animal arisco
Ese animal que necesita ser acariciado
Que le hablen bajito en la cocina
Recorriendo la ternura en la superficie de mi rostro
Y hagas cartas con mis ojos
y entiendas este mundo lleno de detalles
de tareas a las cinco, del hijo adolescente
Comparte una fracción la agridulce rutina
Acuérdate de preguntar por mí
Y de escucharme
Para que seas sabio y aprendiz
Sedúceme
siendo nosotros
De: Maria Elena Díaz-Carmona
Barquisimeto - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario